El nuevo gobierno canadiense está marcando la diferencia frente al conservadurismo reaganiano que gobernó el Canadá en los últimos diez años. De entrada, la formación del nuevo gobierno liberal sugiere muy claramente los objetivos de cambio social y ético que persigue.
Para empezar, el nuevo gobierno está formado paritariamente por hombres y
mujeres en un 50%. Además, se ha nombrado ministros aborígenes y
miembros de minorías.
El
nuevo ministro de defensa, por ejemplo, es de origen hindú, nacido en
la India, de la etnia sikh, que hizo su carrera militar en el ejército
canadiense, cumpliendo diversas misiones importantes. Ahora estará a
cargo de la nueva doctrina de defensa del gobierno liberal, orientada
esta vez hacia los esfuerzos de paz.
El nuevo ministro de justicia es descendiente de los pueblos originarios o aborígenes del Canadá.
En
el Parlamento, por primera vez habrá 10 diputados musulmanes y 10
diputados aborígenes, elegidos en las listas del partido liberal.
Me
gustan mucho las respuestas lacónicas pero llenas de contenido que el
nuevo primer ministro Trudeau dio a los periodistas cuando le
preguntaron el porqué de estos cambios: "Porque estamos en el 2015",
dijo. En otro momento, explicó con sencillez su intención de que el
nuevo gobierno "se parezca más a lo que es Canadá".
Hay
otros cambios significativos, en realidad son muy numerosos e
importantes los detalles. Por ejemplo, el ministerio de medio ambiente
ahora se denomina "ministerio de ambiente y CAMBIO CLIMATICO"; el
ministerio de inmigración y ciudadanía ahora es "ministerio de
inmigración, ciudadanía y REFUGIADOS". El ministro de instituciones
democráticas es un antiguo refugiado musulmán. Todo esto indica muy a
las claras la voluntad del nuevo gobierno de comprometerse a fondo con
las causas humanitarias.
Según
leo en un reportaje, al menos dos ministros son aborígenes, tres
nacieron fuera del Canadá (en la India y Afganistán). Dos ministros
tienen discapacidad física (uno se desplaza en silla de ruedas y el otro
es ciego), hay ministros de orientación homosexual, un ministro
musulmán y por lo menos dos ministros ateos.
Es
lo que aquí, en el Perú, llamaríamos un gobierno "de todas las
sangres", un gobierno por igual de hombres y mujeres, representativo de
la variedad del pueblo canadiense y respetuoso e inclusivo hacia las
minorías.
Ojalá
que la nueva orientación del gobierno de Trudeau se refleje también muy
pronto en América Latina, donde fue un factor importante para promover
la democracia y la cooperación para el desarrollo antes de la llegada de
los conservadores. La actitud decidida del gobierno canadiense
contribuyó a la caída de la dictadura de Fujimori y eso todos lo
recordamos. En aquella crisis, más bien los Estados Unidos tuvieron una
actitud dubitativa y la OEA lo mismo, al tratar de mediar un arreglo
entre la dictadura y la oposición democrática.
Por último, felicitaciones a nuestras amigas y amigos canadienses por este nuevo gobierno que su país ha elegido y constituído. Que todo sea para bien de su país, de las Américas y del mundo, porque es indudadble que Canadá es un actor global.
Por Carlos Landeo Ponce.
Fuente de la foto: http://www.elcomercio.com/actualidad/trudeau-asume-gobierno-canada.html
Una buena y alentadora reseña. Mientras Europa voltea el rostro frente a la crisis de los refugiados árabes y a su responsabilidad con el origen de los conflictos de los que la gente huye, Canadá reconoce que su construcción como país está hecha de inmigración, lo que reforzó y no debilitó las ideas matrices de libertad, democracia, derecho.
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